Se utilizan para reparar roscas deterioradas, reforzar roscas en materiales blandos como aluminio, y asegurar uniones resistentes en entornos con exigencias térmicas, corrosivas o mecánicas. Son ideales para mantenimiento industrial, automotriz, ferroviario, electrónico y aeronáutico.
Fabricados en acero inoxidable A2 (AISI 304), con resistencia a la tracción de 1400 N/mm² y estabilidad térmica hasta 450 °C. Color verde para fácil identificación. Se instalan mediante un proceso que incluye taladrado, roscado con macho, colocación con mandril y ruptura de la cola. Los mandriles están diseñados para uso manual con gira macho indicado.
Aplicables en cajas de transmisión, tubos de escape, roscas de bujías, componentes electrónicos, estructuras metálicas, y cualquier superficie que requiera una rosca interna confiable. Compatibles con materiales como aluminio, acero blando, fundición maleable, cobre, bronce, zinc y latón duro.
Ofrecen alta resistencia a la corrosión, recuperación de roscas al diámetro original, fácil colocación, y excelente desempeño en condiciones térmicas exigentes. Su diseño permite una instalación segura y duradera, evitando el desgaste prematuro de las roscas originales.